Ser modelo: ¿vender mi imagen o vender mi cuerpo?
Texto por Montserrat Trigo S. | Collage por Melodrama
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Sensualidad. Creo que esa es una de las palabras que pueden venirnos a la mente cuando pensamos en un modelo. Ser sensual es inevitable en nuestra vida cotidiana, aunque un modelo aprende a utilizarlo más en su vida laboral que en su vida privada. Explorar este aspecto de mi vida y mi naturaleza humana fue quizás el reto más grande al que me enfrenté cuando decidí ser modelo.
Aunque un modelo, como el artista que es, vea la exploración de su persona y su cuerpo como una parte de su trabajo y como un ejercicio de autoconocimiento, el resto del mundo no lo ve así.
Todxs alguna vez en nuestras vidas hemos escuchado la famosa frase “el sexo vende”; la industria de la moda, principalmente para lxs modelos, no está excluida de la frase. El cuerpo humano es parte de la moda en toda su expresión y el autoconocimiento de nuestrxs cuerpos como modelos resulta un requerimiento básico para poder ejercer de la forma más profesional posible. Así mismo, entre modelos, existe una visión de normalización y comodidad con el cuerpo ajeno y propio sin llegar a una visión sexual. Lamentablemente, la visión de nuestrxs cuerpos frente al público e inclusive dentro de la misma industria muchas veces se reduce, simplemente, al consumo.
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IMAGEN Y CUERPO
El modelo se prepara para ser camaleónicx y transmitir un mensaje, para vender una idea. El verdadero trabajo de un modelo es vender; vendemos moda, vendemos productos, vendemos conceptos. El modelo y el diseñador se unen de forma profesional para traducir el mensaje creativo en la pasarela; mientras uno plasma, el otro transmite. No existe comparación entre ver un vestido sobre un aparador, que el momento en que el modelo lo porta y la prenda cobra vida.
De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, un modelo se define como una persona que se ocupa de exhibir diseños de moda o un arquetipo o punto de referencia para imitar o reproducir el ejemplo, mientras que modelar es exhibir en una pasarela o en una sesión fotográfica diseños de moda. Acorde a uno de los diccionarios más utilizados y reconocidos de la lengua española se reconoce que el trabajo del modelo se asocia directamente a la moda y al diseño, dejando de lado desde la misma definición el cuerpo como artículo en venta. Sin embargo, no siempre sucede así.
La modelo austriaca Jazz Egger en una entrevista para The Daily Mail reveló una de las crudas verdades de la industria de la moda. Volviendo a la frase “el sexo vende”, Egger denunció cómo es que modelos y agencias se envuelven en la prostitución y los servicios sexuales como forma de “sobresalir”. Según Egger, modelos muy jóvenes podrían haber recibido más de 2 millones de euros por pasar la noche con señores de renombre. Después de rechazar este tipo de propuestas a lo largo de su carrera, Egger en una ocasión comentó a un agente que su profesión era ser modelo, no acompañante, recibiendo como respuesta un “todo mundo lo hace”.
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EL MODELO EN MÉXICO: AQUÍ TAMBIÉN SOMOS VULNERABLES
Aunque Egger nos habla desde su experiencia como modelo europea, México no queda excluido de esta visión que objetiviza y sexualiza la profesión del modelaje. De acuerdo con la plataforma Indeed, el sueldo promedio que un modelo de agencia especializada recibe por mes en México es aproximadamente $6,000mxn, que es un 42% menos que el salario promedio nacional.
Sin embargo, modelos en Guadalajara afirman que en realidad, ganan un promedio de 4,000 pesos mexicanos al mes, además, hay retrasos de hasta 90 días hábiles para recibir su pagos. Otra problemática a la que usualmente se enfrentan es el famoso “pago con producto”, donde la marca que busca contratar al modelo le paga con prendas o accesorios de su marca, en lugar de pagar con dinero en efectivo.
Así mismo, iniciar y mantener una carrera de modelaje implica una inversión significativa: pagar cursos, entrenamientos, invertir en el cuidado de la piel y el cuerpo y actualizarse constantemente es una necesidad para sobrevivir en una industria donde pareciera que cualquiera es reemplazable.
En Guadalajara, Jalisco, algunas escuelas pueden cobrar alrededor de $50mxn a $100mxn por hora para entrenamiento en pasarela, mientras que otras pueden cobrar $500mxn o más por un curso completo de varios meses. En Monterrey, el costo puede ser entre $8,300 y $83,000 pesos mexicanos y en algunos casos, dependiendo de la zona, de hasta más de un cuarto de millón de pesos. En Ciudad de México, la información que brinda la SEP es más escasa, aunque afirma que dependiendo de la zona y el tamaño de la agencia, el costo puede ser mayor o menor.
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LA VOZ DE LXS MODELOS
La visión consumista y capitalista que existe e impera alrededor de la industria de la moda golpea fuertemente la seguridad y la confianza de lxs modelos al crear un ambiente hostil para trabajar. La amenaza de qué cualquiera es reemplazable, así como recibir comentarios sobre nuestros cuerpos, a veces agresivos contra la apariencia física del modelo, o muchas veces sexualizantes en donde se ignora totalmente el trabajo que estamos realizando es algo que pasa constantemente dentro de la industria; así lo demuestran algunos de los testimonios que se recopilaron para el presente artículo:
“He recibido muchos comentarios acerca de mi cola específicamente, una vez en una pasarela de bikinis, la directora de moda me dijo que tenía mucha cola para estar en esa pasarela, que no iban a verme el bikini sino que todos iban a verme las nalgas. Eso me hizo sentir muy incómoda.” -Modelo femenina, 25 años.
“He recibido comentarios de estar ‘gordibuena’ o con buenas piernas y que debería usarlas para ‘algo más’”. -Ivanna Gutierrez, 21 años.
Aunque cualquiera, desde diseñadores hasta estilistas pueden comportarse inapropiadamente, los casos de acoso por parte de fotógrafos son muy comunes. Siendo el fotógrafo el que tiene la visión artística y quien debe dirigir el set para plasmar la idea, la autoridad del fotógrafo es grande. Así mismo, el fotógrafo debe dirigir y coordinar al modelo para que se pueda materializar la idea lo mejor posible. Sin embargo, tanto dentro como fuera de la industria, este abuso de poder por parte de fotógrafos se repite en muchas ocasiones, queriendo desnudar a lxs modelos o inclusive excusándose en dirigir la pose para tocar de forma inapropiada al modelo:
“Una vez en una sesión de fotos en Ciudad de México estábamos haciendo unas fotos con tela; yo estaba desnuda pero me cubría la tela, como un vestido. El fotógrafo me hizo sentir incómoda porque me dijo que mostrara más. Dije que ya no quería y ahí terminó la sesión pero me sentí incómoda, rara. Cambió el concepto, ya casi eran desnudos”. -Modelo femenina, 24 años.
“Con un fotógrafo, fue de unos cambios de vestuario y de la nada me dijo ‘quédate en bóxer, te sacaré unas’ (…) pero el man se pasó y empezó a tocarme así como de que te arreglo el bóxer. La neta estuvo heavy, nunca más hice shooting con ese man”. -Eriksson Rodríguez, 21 años.
“Un fotógrafo me estaba dando miradas demasiado lascivas en un casting. Sentí la vibra muy distinta a mis compañerxs y el trato que me daba a mi. La forma en la que me insistía que entrara al casting (eran fotos en ropa interior) me hacían sentir muy presionado y preferí no audicionar”. -Modelo masculino, 21 años.
“En una campaña de abrigos (…) eran dos días de trabajo y en el primer día el fotógrafo me llevó a un cuarto separado para tomarme ‘fotos’, para empezarme a decir que porque me dejé el bra abajo de la blusa blanca, que se verían mejor las fotos sin ropa y enojada le dije que eso no era parte del trabajo. Me salí, habíamos terminado el primer día pero ese mismo día me llamaron para avisarme que el cliente me había cancelado el día 2. Claro que hubo algo ahí que ver con el fotógrafo y un diseñador (no diré nombres) donde quería que saliera desnuda con otrx modelo (…)”. -Jimena de Aparicio, 25 años.
“La vez que me publicaron en trusa (cosa que no quería) ni siquiera me preguntaron.” -Modelo masculino, 21 años.
Las acciones narradas por mis colegas modelos son claros ejemplos de abuso de poder por parte de los empleadores. El diseñador, fotógrafo o estilista contrata al modelo para trabajar y como cualquier otro empleo, el empleador se encuentra sujeto a la ley y los abusos de poder son sancionados por la Ley Federal del Trabajo en México. Bajo el marco legal mexicano se describe de forma clara cuáles son los abusos de poder que un empleador puede cometer, así como las sanciones pertinentes y las acciones que se realizaron en contra de lxs modelos que dieron sus testimonios son delitos contemplados por la ley misma que afirma que el hostigamiento es el ejercicio del poder en una relación de subordinación real de la víctima frente al agresor en el ámbito laboral, que se expresa en conductas verbales, físicas o ambas; y acoso sexual es una forma de violencia en la que, si bien no existe la subordinación, hay un ejercicio abusivo del poder que conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la víctima, independientemente de que se realice en uno o varios eventos.
Así el cliente que decida contratar a un modelo debe atenerse a la ley y otorgar condiciones dignas para laborar.
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NO QUEDARSE CALLADX
Ser modelo es como cualquier profesión. Se estudia para ello, se trabaja, se busca la técnica y los requerimientos para ello. Un modelo es un trabajo tan honrado como un abogado, un doctor o un arquitecto. En pleno 2023 es necesario cambiar esta visión sexualizante y victimizante para lxs modelos y crear ambientes sanos con apoyos y recursos legales para que lxs modelos podamos ejercer de forma óptima sin sentirnos acosadxs, presionadxs o vulnerables.
Es bien sabido que la industria de la moda no es un mundo fácil y que existen una gran cantidad de desigualdades tanto dentro como fuera de México. Como gente involucrada, consumidores de moda, estudiantes, modelos, diseñadores, directores creativxs o fotógrafos, es nuestro trabajo así como parte de nuestra responsabilidad social señalar y rechazar estas actividades que privan de la dignidad al personal de un trabajo.
Ser modelo es una profesión increíble llena de emociones, conocimiento, amistades y crecimiento personal, pero el camino no es fácil. Debemos buscar la mejora constante del ambiente para poco a poco borrar aquellas barreras que dificultan y a veces imposibilitan nuestro trabajo.
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Montserrat Trigo S. estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Autonoma de Guadalajara con especialidad en Asia Pacífico y Diplomacia Cultural. Es una modelo emergente en la agencia Hard Management de Guadalajara.