La mirada masculina y su presencia en la industria de la moda.
Texto por Dulce Perea ★ Ilustración por Antonix Medina
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Recientemente a través de plataformas como YouTube y TikTok se han popularizado los términos en inglés de male gaze y female gaze, o mejor conocidos como mirada masculina y femenina, con los cuales es común ver trends en TikTok de ejemplos de hombres escritos por mujeres o de cómo vestirte para el female gaze. En fin, conceptos que poco a poco vemos a figurar en el mundo de la moda y que abren el debate hacia la problemática de si realmente disfrutamos / consumimos moda para nosotrxs o para la mirada masculina.
En ese sentido valdría la pena contestar las siguientes preguntas: ¿Qué entendemos por mirada masculina o male gaze? ¿Por qué es importante identificar a la mirada masculina y su presencia en casi la totalidad de los productos estéticos que consumimos, incluyendo la industria de la moda? ¿Cuál sería la salida viable del male gaze? ¿Podemos hablar de la mirada femenina o female gaze?
El concepto de male gaze fue utilizado por primera vez por la cineasta y teórica británica Laura Mulvey, en su ensayo Virtual Pleasure and Narrative Cinema, uno de los principales textos de la teoría feminista y cinematográfica. El ensayo contiene el análisis de una serie de experimentos fílmicos que, junto con Peter Wallen, realizaron durante la década de los setentas y los ochentas en los cuales Laura cuestionaba la representación que se le daba a las mujeres en los productos cinematográficos. Ella menciona que, como espectadora siempre había tenido una especie de sensación de ajenidad frente a las mujeres de la pantalla grande, como si éstas fueran retratadas de forma no autentica e incluso llegando a lo caricaturesco: nada cercana con la experiencia femenina de ser y vivir en un cuerpo femenino.
En ese momento es cuando propone el concepto de male gaze o «mirada masculina» para describir una forma especifica de representar a las mujeres en diversos productos culturales como lo son la literatura, el cine, la pintura, etc. El male gaze se caracteriza por la representación de las mujeres siempre como una otredad, que existe casi exclusivamente para el disfrute masculino. Es, en otras palabras, una relación social, que implica la performatividad de la feminidad en donde la aprobación, el deseo, y el valor de las mujeres se centra única y exclusivamente en cómo éstas son percibidas por los varones.
La industria de la moda, al igual que la mayoría de los dispositivos de producción artística y culturales se encuentra capturada por el male gaze. Lo que consideramos bello, deseable, lo que queremos reproducir en nuestra apariencia y lo que consumimos en términos de moda posee en su contenido a la mirada masculina.
Por otra parte, durante la última década hemos presenciado importantes cambios culturales en la industria de la moda; particularmente en el campo de la representación estética y corporal. Hay muchísimos ejemplos de esto como lo son todos los esfuerzos de inclusión de modelos de diferentes tallas; identidad y orientación sexual, capacidades diferentes, etc.
Sin embargo sigue existiendo mucha resistencia al cambio. Un caso de esta aversión a comenzar a dejar de lado a la mirada masculina son los propios Idols masculinos de k-pop. Más allá de ser una industria multimillonaria. El éxito de los idols radica en que muchos de ellos se han construido desde el female gaze. Algo tan problemático y subversivo que incluso culminó con la implementación de una ley que entró en vigencia en China, durante septiembre del 2021, que prohíbe la representación de “hombres femeninos” en redes sociales y medios audiovisuales en China.
Otro ejemplo paradigmático del transito del dominio de la mirada masculina a la supuesta mirada femenina es el caso de Victoria’s Secret, la marca de lencería y ropa interior norteamericana que en su momento mas rentable llegó a tener 350 tiendas en los Estados Unidos y generar más de 8 billones de dólares en ventas. Victoria’s Secret fue fundada por el empresario Ronald Raymond en los años sesentas con el propósito de que los hombres se sintieran cómodos comprando lencería para sus parejas; después de una década en operación se fue a la quiebra y tuvo que ser vendida en 1977 por 1 millón de dólares. En los años ochentas comenzó la estrategia de vender VS por catalogo y de enfocarse en ser una marca enfocada en las mujeres, para 1995 comienza la famosa pasarela anual de VS teniendo un impacto cultural enorme sobre el paradigma de belleza (modelos o «ángeles» altas, rubias y exageradamente delgadas)… hasta que en 2016 la marca registró perdidas en sus ganancias de hasta el 50%; fue a partir de ese momento que su equipo de marketing comenzó a enfocarse a mujeres y en el female gaze.
El caso de VS nos enseña que la industria de la moda posee la cualidad de aparentar complacer a la mirada femenina pues esta es el principal sector que la consume, estrategias comerciales como el pink washing han sido ampliamente utilizadas para generar consenso y aceptación con las nuevas generaciones y los cambios culturales que las atraviesa.
Por último el female gaze, al menos en redes sociales, ha sido señalado como completamente blanco. Porque como lo explican varias teóricas feministas coloniales como Ashley W. Davis: “El constructor de feminidad ha sido típicamente conceptualizado desde una perspectiva tradicionalmente eurocentrista”, la feminidad es un atributo de la blanquitud.
El female gaze es problemático porque también se encuentra atravesado por la mirada masculina aunque tal vez no la dominante. En ese sentido el female gaze es, de igual manera, una estrategia de marketing que encuentra sus limites en una supuesta capacidad de cambiar patrones de consumo. Bien dice el logo feminista que «la sexualidad que no es del consumo masculino incomoda»: la mera existencia de personas que no entran dentro de los parámetros de la mirada masculina es en sí, ya un acto de resistencia frente a la violencia patriarcal.
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BIBLIOGRAFÍA
[ 1 ] Salem Tovar, The Beauty Community: Racism and Toxicity | An analysis, publicado en marzo del 2021, YouTube 39:57 https://www.youtube.com/watch?v=dPHuY7Jnerc&t=383s[ 2 ]
[ 2 ] Jordan Teresa, The downfall and rebrand of Victoria’s Secret publicado en Septiembre del 2022, YouTube 30:48
[ 3 ] Ashley W. Davis, Ronald F. Levant and Shana Pyor, Traditional Feminity Versus Strong Black Women Ideologies and Stress Among Black Women on Journal of Black Studies 2018, Vol.49
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Dulce Perea estudió Geografía en la UNAM. Es especialista en Geografía Económica, Geopolítica y Demografía. Le interesa escribir sobre feminismos, masculinidades, marxismo y psicoanálisis. En su tiempo libre le gusta ver películas, series y anime con su gatita, estudiar japonés, maquillarse y probarse ropa por las madrugadas. Puedes leer sus textos para Melodrama aquí y seguirla en tiktok acá.